El 31 de octubre de 2014, estuve en
el concierto de la orquesta nacional española, en el auditorio nacional. El
concierto estuvo dirigido por el director Giovanni Antonini, el concertino fue
Dmitry Sinkovski y hubo dos oboes diferentes, primero Víctor Manuel Ánchel y
luego, Robert Silla.
El concierto estuvo dividido en dos
partes, la primera dividida en tres se tocaron piezas de Francesco María
Veracini, Antonio Vivaldi y Luigi Boccherini, y en la segunda dos, de Antonio
Vivaldi de nuevo y de Franz Joseph Haydn.
Lo primero que observé nada más sentarme en la butaca, antes
de que diera comienzo el concierto, fue que había 19 atriles en total, al final
del todo, el órgano de tubos, como ya habíamos visto en clase, para no tapar el
sonido de los demás instrumentos. Y en el centro dos instrumentos que no
situamos muy bien, y tras conversar con otra persona asistente al concierto nos
dijo que podían ser dos instrumentos del barroco.
A continuación, salen todos los
músicos, pero dejan atriles libres, se sitúan dos músicos por atril, menos
algunas excepciones (contrabajo, violonchelos e instrumentos de viento) que
tienen un atril por músico, cuando hay dos músicos por atril, la página de la
partitura la pasa el músico situado a la derecha del atril. Luego sale el concertino,
el oboe da la nota la, y el concertino con su violín va afinando a todos los
componentes de la orquesta. Y por último sale el director, saluda al público y
comienzan.
Los instrumentos están colocados,
desde mi perspectiva, de agudos a graves de izquierda a derecha. Los
instrumentos varían dentro de la primera parte, salen y entran músicos con
distintos instrumentos. Pero en todas las partes podemos observar: violines,
violas, violonchelos, contrabajo, y algún instrumento de viento, éstos últimos
si varían.
Los instrumentos que se colocan justo
en primera fila delante del director son los de cuerda, mientras que detrás de
éstos, se sitúan los instrumentos de viento.
Algunos instrumentos de viento se
sitúan delante de los de cuerda, porque hacen algún solo en alguna parte de la
obra, tienen lugar delante de los instrumentos de cuerda, y a la izquierda del
director.
Entre cada una de las piezas de la
primera parte, entran y salen un par de veces el director y el concertino,
mientras reciben los aplausos. El director no saluda al concertino al comenzar
a tocar, pero sí al terminar.
Cuando da comienzo la segunda parte, se produce la entrada
del mismo modo, primero salen los músicos de la orquesta, el concertino con
ayuda del oboe afina a los músicos, y por último salen el director junto a
otros dos músicos, y los tres portan consigo una flauta.
Da comienzo y el director a parte de
dirigir a la orquesta, toca la flauta, se coloca en el centro de cara al
público, delante de los violonchelos. De las tres flautas, dos son dulces (una
de ellas la flauta del director), y la otra es una flauta travesera.
Una vez terminada esta pieza, se
retira el director, y vuelve a dirigir sin tocar ningún instrumento.
Por lo demás, el desarrollo de esta
segunda parte, sucede del mismo modo que la primera.
Algo curioso que me llamó la
atención, fue la vestimenta de los componentes de la orquesta, todos los
hombres iban vestidos de negro (camisa, pantalones, y zapatos), mientras que
las mujeres llevaban los zapatos y los pantalones o falda negros, pero la parte
superior de la vestimenta variaba, en algunas era rojo, en otras amarillo,
plateado…
Al finalizar el concierto, y tras
varios aplausos, nos concedieron otra pieza, que nombró el concertino, y una
vez que la tocaron dio por finalizado el concierto.
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